El aislamiento térmico, un revestimiento fundamental para tu vivienda
Que el aislamiento térmico es algo cada vez más importante, es indiscutible. Es impensable hoy en día que un proyecto de edificación no contemple los materiales y sistemas necesarios para contener al máximo las pérdidas de energía. La cosa se complica cuando se trata de un edificio ya construido, ya que hay que adaptar lo existente para mejorar su funcionamiento frente a las pérdidas, mejorar su aislamiento y minimizar filtraciones.
Para este último caso, el de la mejora energética de edificios existentes, hay varios sistemas en el mercado, aunque uno de los que mejores resultados alcanza es el sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior)
Este sistema contempla varios materiales que, colocados en la cara exterior del edificio, consiguen una importante mejora en las condiciones térmicas del edificio.
Un consumo de energía cero para todos los edificios de nueva construcción antes del 31 de diciembre de 2020. Este es el objetivo que la Unión Europea se marcó con la Directiva 2010/31/EU, cuya finalidad era lograr la transición a una economía más eficiente en el uso de los recursos y con menos emisiones de carbono.
Es más, el Código Técnico de la Edificación (CTE) ya estableció en 2013 con el documento CTE DB-HE1 un nuevo marco normativo para la limitación de la demanda energética de las viviendas, tanto recientes como anteriores.
Con todo, el aislamiento térmico ha pasado a tener un papel protagonista en la edificación. No sólo se trata de una cuestión de ahorro, sino de mejora de la calidad de vida de las personas.
En este sentido, los sistemas de aislamiento térmico exterior, conocidos por sus iniciales como SATE, están despuntando en el sector. Las razones no son otras que su versatilidad y sus resultados.
¿Pero de qué hablamos exactamente?
En líneas generales, un SATE está formado por un panel aislante, el cual puede ser de diversas naturalezas y propiedades – desde el poliestireno expandido blanco hasta la lana de roca, pasando por el poliestireno expandido de grafito o el extruido – que se adhiere con mortero y se fija mecánicamente mediante anclajes al soporte o a la fachada existente.
Posteriormente, es protegido con dos capas del mismo mortero. La primera de ellas lleva embebida una malla de fibra de vidrio antiálcalis que proporciona resistencia al panel y al sistema en su conjunto.
Para terminar, se aplica un revestimiento específico de acabados – liso, rugoso, de grano, efecto óxido, plaqueta imitación ladrillo caravista, etc – y colores distintos.
Usos y beneficios
Este método se convierte en una interesante solución para la rehabilitación energética de los edificios, pues no requiere del desalojo de los vecinos ni de costosos derribos. Además, el SATE conlleva una renovación estética que ofrece la posibilidad de elegir entre diferentes acabados y colores, como también elimina patologías de las fachadas – desprendimientos o fisuras – a la par que las impermeabiliza al agua de lluvia y las permeabiliza al vapor de agua.
La instalación y las ventajas del SATE lo convierten, asimismo, en una opción aconsejable para obra nueva.
En ambos casos, se puede hablar de un 20% menos de emisiones de CO2. Del mismo modo, se produce una reducción de la pérdida de calor en invierno y del calentamiento interior en verano. En otras palabras: desaparecen los puentes térmicos de las viviendas y, con ellos, las condensaciones internas o mohos.
En consecuencia, se alcanza una mejor habitabilidad y un mayor confort al mantener una temperatura uniforme en el interior en cualquier época del año.
En definitiva, este sistema puede considerarse más bien una inversión que un gasto, ya que el desembolso por su instalación se amortiza en poco tiempo. Y no hay mejor prueba que las propias facturas de calefacción y refrigeración.
Si estás pensando en reformar tu vivienda, en Sevegra estaremos encantados de asesorarte sobre los diferentes tipos de aislamientos existentes y sobre todo, de aquellos que mejor se adapten a las características constructivas de la misma.